jueves, 15 de julio de 2010

ENSEÑALE A TU MENTE A CUMPLIR OBJETIVOS

Mucho se ha dicho y escrito sobre este tema que ha trascendido por los siglos hasta nuestros días. Desde los griegos ya se usaba y ha ido abarcando más y más áreas de la vida del ser humano. Anteriormente sólo se consideraba como un término legal: dar poder u otorgar poder para hacer algo.



Hoy en día “empoderamiento” tiene que ver con éxito y el desarrollo y despliegue de capacidades para tener logros sobresalientes. Se puede referir a una empresa, una institución o simplemente a una persona. El nivel de competencia en el mundo exige mejores y mayores logros en cualquier actividad sea profesional, intelectual, familiar, o emocional.

Existen ya muchos libros y ensayos sobre este tema y su enfoque consiste en mejorar el conocimiento en el área del trabajo, impulsar el trabajo en equipo, organización de metas e investigación de mercados para lograr el empoderamiento. El enfoque principal es para beneficio de la empresa o institución.

En Programación Neurolingüística el empoderamiento comienza por hacer un trabajo de autoconocimiento con cambios internos para poder catalizar el cambio externo. Si quieres lograr un cambio para mejorar y empoderarte, te recomiendo trabajar en tu interior con estos cuatro sencillos pasos.

1. Saber lo que se quiere

El primer paso y el más difícil es, saber qué quieres. Muchas veces no llegas a ningún lado, aunque tengas todas las capacidades y el conocimiento porque no sabes qué quieres. O quizá porque estás acostumbrado a hacer lo que otros quieren y te piden y dejas tus propios deseos de lado. Date cuenta qué quieres efectivamente en tu vida y en qué dirección te gustaría ir. Toma unos segundos para preguntarte si lo que estás haciendo en esta vida es lo que quieres. ¿Es algo que te motiva y te inspira? O es algo que te pesa y te aburre. Toma una respiración y deja que tu mente te llene de ideas, palabras y sensaciones para que te des cuenta si estás en lo que quieres o no.

2. Ser positivo y hablar en positivo

Una vez que sepas qué quieres, piensa lo que quieres en positivo con palabras positivas también. Querer escalar en la compañía para que te tengan envidia los demás no es positivo. Escalar es mejor si piensas que lo haces porque tienes la capacidad de trabajo y porque quieres una mejor remuneración para tu familia.

No quiero quedarme atrás con un sueldo bajo, tampoco está en positivo. Ser positivo quiere decir que cuando te pongas metas y sigas los pasos necesarios lo hagas cuidando tus palabras para que te motiven. Tendemos a habar de lo que no queremos, más de lo que queremos. “No quiero llegar tarde”, suena muy positivo, sin embargo estás hablando de lo que no quieres y tu mente visualizará el llegar tarde. “No me quiero equivocar”, es lo mismo y tu mente que es muy ágil, verá la equivocación inmediatamente y esto se va registrando en las neuronas como memoria para repetir estos patrones. Las personas poderosas piensan y hablan en positivo para avanzar y motivarse. Al hablar en positivo ven imágenes positivas en su mente y así se va creando un programa positivo.

3. Cambiar creencias personales

No hay forma de empoderarse de nada si tú crees que no puedes o que no lo mereces. “Llegar a ser alguien importante y valioso en la empresa es para el otro, no para mi”. Si piensas así, te sugiero que cambies tus creencias personales. Las creencias son un factor fuerte dentro de nosotros que nos mueve hacia el éxito o el fracaso. Éstas se convierten en nuestra ley y pensamos que así es la vida, que así somos y que el cambio es imposible.

Para que logres cambiar una creencia primero piensa en alguna o algunas creencias que sí tenías en el pasado y que ya las cambiaste. Un ejemplo muy sencillo es la creencia en Santa Claus. Seguramente de niño creías con todas tus fuerzas en él y un día cambiaste esa creencia. Creías que el tío Juan era un gran erudito, que lo sabía todo y ahora te das cuenta que ni tanto. Toma una respiración para que surjan dentro de ti otras creencias sobre ti mismo que has cambiado. Esto significa que estamos en cambio continuo y modificando nuestras propias creencias.

Ahora haz dos listas de creencias, una que contenga las creencias que has cambiado a lo largo de tu vida y otra las que tienes que no te gustan como por ejemplo: “no creo servir para eso”, “yo creo que nunca llegaré a ser director”, “siempre me enfermo en invierno”, etc. Toma cada una de estas creencias que además seguramente están en negativo y cámbialas a positivo e imagina cómo sería si “sí sirves para eso”, “si llegas a ser director”, cómo sería y en consecuencia, que tienes que hacer. Toma una respiración. Por supuesto que esto no es así de fácil, lo tendrás que repetir y hacer diario, hasta que lo instales como programa y entonces tu energía empiece a trabajar hacia esa meta con una creencia que la respalde. Creencias fuertes te darán empoderamiento sin lugar a duda.

4. Creatividad

La última recomendación es la creatividad. Si lo que has hecho hasta ahora no ha sido satisfactorio en tu vida, cambia tu estrategia y esto lo haces con creatividad. El empoderamiento requiere tener habilidades de liderazgo para enfrentar los retos que se presentan diariamente. Generar ideas para hacer las cosas de otra manera para lograr cambios más efectivos y mantenerse de pie, no importa cual sea la situación. El que sigue haciendo lo mismo que hace 10 años o 20 años, seguirá con los mismos resultados o peores. Hay que avanzar con los tiempos y con los cambios que nos ofrece la nueva tecnología.

Para encontrar la creatividad te recomiendo que te tomes unos segundos y pienses ¿qué harías si te ofrecieran el triple de lo que ganas ahora? Date cuenta en qué dirección se movieron tus ojos. ¿Cómo serías tú con el triple de salario? Para la mayoría de las personas, arriba a la derecha conecta con la parte creativa. Es posible también que algunas personas tengan estos códigos invertidos, no hay problema, solo date cuenta a donde se fueron tus ojos con esas preguntas. El movimiento de tus ojos hacia arriba a la derecha (o a la izquierda en algunos casos) hace la conexión con el cerebro para generar ideas nuevas. Cuando necesites ser creativo, busca ideas arriba a la derecha y te sorprenderás de lo que logras producir.

Alguien que está en busca de mejoría y avance necesita saber a donde va y qué quiere. Su lenguaje y pensamiento debe ser positivo y motivacional para que haya acción. Fomentar creencias que lo sostengan en sus empresas y así lograr destacar siempre con creatividad y cambios oportunos para estar un paso adelante visualizando cada proyecto como un hecho es el empoderamiento.

EMPODERAMIENTO ,CREE EN TI MISMO.

Mucho se ha dicho y escrito sobre este tema que ha trascendido por los siglos hasta nuestros días. Desde los griegos ya se usaba y ha ido abarcando más y más áreas de la vida del ser humano. Anteriormente sólo se consideraba como un término legal: dar poder u otorgar poder para hacer algo.



Hoy en día “empoderamiento” tiene que ver con éxito y el desarrollo y despliegue de capacidades para tener logros sobresalientes. Se puede referir a una empresa, una institución o simplemente a una persona. El nivel de competencia en el mundo exige mejores y mayores logros en cualquier actividad sea profesional, intelectual, familiar, o emocional.

Existen ya muchos libros y ensayos sobre este tema y su enfoque consiste en mejorar el conocimiento en el área del trabajo, impulsar el trabajo en equipo, organización de metas e investigación de mercados para lograr el empoderamiento. El enfoque principal es para beneficio de la empresa o institución.

En Programación Neurolingüística el empoderamiento comienza por hacer un trabajo de autoconocimiento con cambios internos para poder catalizar el cambio externo. Si quieres lograr un cambio para mejorar y empoderarte, te recomiendo trabajar en tu interior con estos cuatro sencillos pasos.

1. Saber lo que se quiere

El primer paso y el más difícil es, saber qué quieres. Muchas veces no llegas a ningún lado, aunque tengas todas las capacidades y el conocimiento porque no sabes qué quieres. O quizá porque estás acostumbrado a hacer lo que otros quieren y te piden y dejas tus propios deseos de lado. Date cuenta qué quieres efectivamente en tu vida y en qué dirección te gustaría ir. Toma unos segundos para preguntarte si lo que estás haciendo en esta vida es lo que quieres. ¿Es algo que te motiva y te inspira? O es algo que te pesa y te aburre. Toma una respiración y deja que tu mente te llene de ideas, palabras y sensaciones para que te des cuenta si estás en lo que quieres o no.

2. Ser positivo y hablar en positivo

Una vez que sepas qué quieres, piensa lo que quieres en positivo con palabras positivas también. Querer escalar en la compañía para que te tengan envidia los demás no es positivo. Escalar es mejor si piensas que lo haces porque tienes la capacidad de trabajo y porque quieres una mejor remuneración para tu familia.

No quiero quedarme atrás con un sueldo bajo, tampoco está en positivo. Ser positivo quiere decir que cuando te pongas metas y sigas los pasos necesarios lo hagas cuidando tus palabras para que te motiven. Tendemos a habar de lo que no queremos, más de lo que queremos. “No quiero llegar tarde”, suena muy positivo, sin embargo estás hablando de lo que no quieres y tu mente visualizará el llegar tarde. “No me quiero equivocar”, es lo mismo y tu mente que es muy ágil, verá la equivocación inmediatamente y esto se va registrando en las neuronas como memoria para repetir estos patrones. Las personas poderosas piensan y hablan en positivo para avanzar y motivarse. Al hablar en positivo ven imágenes positivas en su mente y así se va creando un programa positivo.

3. Cambiar creencias personales

No hay forma de empoderarse de nada si tú crees que no puedes o que no lo mereces. “Llegar a ser alguien importante y valioso en la empresa es para el otro, no para mi”. Si piensas así, te sugiero que cambies tus creencias personales. Las creencias son un factor fuerte dentro de nosotros que nos mueve hacia el éxito o el fracaso. Éstas se convierten en nuestra ley y pensamos que así es la vida, que así somos y que el cambio es imposible.

Para que logres cambiar una creencia primero piensa en alguna o algunas creencias que sí tenías en el pasado y que ya las cambiaste. Un ejemplo muy sencillo es la creencia en Santa Claus. Seguramente de niño creías con todas tus fuerzas en él y un día cambiaste esa creencia. Creías que el tío Juan era un gran erudito, que lo sabía todo y ahora te das cuenta que ni tanto. Toma una respiración para que surjan dentro de ti otras creencias sobre ti mismo que has cambiado. Esto significa que estamos en cambio continuo y modificando nuestras propias creencias.

Ahora haz dos listas de creencias, una que contenga las creencias que has cambiado a lo largo de tu vida y otra las que tienes que no te gustan como por ejemplo: “no creo servir para eso”, “yo creo que nunca llegaré a ser director”, “siempre me enfermo en invierno”, etc. Toma cada una de estas creencias que además seguramente están en negativo y cámbialas a positivo e imagina cómo sería si “sí sirves para eso”, “si llegas a ser director”, cómo sería y en consecuencia, que tienes que hacer. Toma una respiración. Por supuesto que esto no es así de fácil, lo tendrás que repetir y hacer diario, hasta que lo instales como programa y entonces tu energía empiece a trabajar hacia esa meta con una creencia que la respalde. Creencias fuertes te darán empoderamiento sin lugar a duda.

4. Creatividad

La última recomendación es la creatividad. Si lo que has hecho hasta ahora no ha sido satisfactorio en tu vida, cambia tu estrategia y esto lo haces con creatividad. El empoderamiento requiere tener habilidades de liderazgo para enfrentar los retos que se presentan diariamente. Generar ideas para hacer las cosas de otra manera para lograr cambios más efectivos y mantenerse de pie, no importa cual sea la situación. El que sigue haciendo lo mismo que hace 10 años o 20 años, seguirá con los mismos resultados o peores. Hay que avanzar con los tiempos y con los cambios que nos ofrece la nueva tecnología.

Para encontrar la creatividad te recomiendo que te tomes unos segundos y pienses ¿qué harías si te ofrecieran el triple de lo que ganas ahora? Date cuenta en qué dirección se movieron tus ojos. ¿Cómo serías tú con el triple de salario? Para la mayoría de las personas, arriba a la derecha conecta con la parte creativa. Es posible también que algunas personas tengan estos códigos invertidos, no hay problema, solo date cuenta a donde se fueron tus ojos con esas preguntas. El movimiento de tus ojos hacia arriba a la derecha (o a la izquierda en algunos casos) hace la conexión con el cerebro para generar ideas nuevas. Cuando necesites ser creativo, busca ideas arriba a la derecha y te sorprenderás de lo que logras producir.

Alguien que está en busca de mejoría y avance necesita saber a donde va y qué quiere. Su lenguaje y pensamiento debe ser positivo y motivacional para que haya acción. Fomentar creencias que lo sostengan en sus empresas y así lograr destacar siempre con creatividad y cambios oportunos para estar un paso adelante visualizando cada proyecto como un hecho es el empoderamiento.

AFRONTAR PROBLEMAS CREATIVAMENTE

Afronta los problemas creativamente
Programación Neurolingüística nos ofrece una estrategia para poder diagnosticar nuestros síntomas físicos y/o mentales a través del movimiento y del cuerpo. Gracias a esta técnica podrás identificar problemas que no te gusten y cambiarlos de manera efectiva y sencilla. El nombre de este proceso es LA DANZA DEL S.C.O.R.E.



Coloca en el piso 5 papeles en línea con una distancia de 30 cms. entre uno y otro. Cada unto tiene una letra que representa una palabra.

S para síntoma
C para causa
O para objetivo
R para recurso
E para efecto
Colócate delante de la “S” y piensa cuál es tu síntoma, lo que quieres resolver. Por ejemplo, angustia, timidez, enojo, culpa, estrés, “O” también puede ser un problema de salud como dolor de cabeza, colitis, estreñimiento “O” el síntoma que deseas cambiar.

Ahora piensa en el síntoma y en una ocasión específica en que se manifestó. Ya que lo tienes identificado, entra al espacio marcado con “S” y revive completamente esta situación, viendo, escuchando lo que te dice a ti mismo y sintiendo lo que te provoca este síntoma, con una respiración profunda y cerrando los ojos. Se sale de este espacio.

Ahora colócate delante de “C” y piensa desde cuándo tienes este síntoma y cuándo es que aparece. Al identificar la causa, da un paso hacia delante y métete en el espacio de Causa. Aquí revive la situación que dispara al síntoma recordando si es posible, la primera vez cuando esto ocurrió, “O” la más lejana de que puedas recordar. Respirando profundamente observa, escucha y siente todo lo que sucede tal y como si estuviera sucediendo ahora mismo, dándote cuenta en qué parte de su cuerpo se aloja con más fuerza este sentimiento, tocándolo y cerrando los ojos. Sal del espacio.

Te colocas esta vez enfrente de “O” y piensa que si lo anterior es justo lo que no quieres, ahora es en que sí quieres. De esta manera surge tu objetivo. Este objetivo debe estar decretado en presente, de manera positiva y afirmativa, por ejemplo, si el síntoma es la angustia cuya causa son los viajes constantes de trabajo del marido, y si esto es justo lo que no quieres seguir sintiendo, ¿cuál sería su objetivo? “Yo puedo permanecer tranquila cada vez que mi marido sale de viaje”. Este objetivo está en tiempo presente simple, está en positivo y en afirmativo. Uno incorrecto sería “Yo no me angustio cuando mi marido sale de viaje”, ya que estaría hablando de lo que no quiere, y no de lo que quiere. Este se encuentra en negativo.

Una vez elaborado el objetivo, da un paso al frente dentro de “O” y cerrando los ojos, dilo en voz alta respirando, unas 3 veces, viviendo tu objetivo logrado y dándote cuenta en qué parte de su cuerpo se encuentra esta sensación de tranquilidad. Sal de “O”.

Ahora colócate delante de “R” que son los recursos y define cuáles necesitas para alcanzar tu objetivo. Los recursos son los que te impulsan a lograr lo que te propones. Estos pueden ser: flexibilidad, tolerancia, confianza, paciencia, fe, amor, disciplina, organización, decisión, tranquilidad, seguridad, valor, etc. Ya que hayas escogido uno o más recursos que creas necesitar, da un paso al frente y se entra en el espacio R. Aquí vas a recordar un momento en tu vida en que hayas tenido este recurso o recursos. Igualmente evoca este momento viendo, escuchando la dinámica que se está dando y sintiendo el recurso o recursos dentro de ti misma con una respiración profunda. Ya que lo hayas experimentando y tocándote la parte del cuerpo donde la sensación es más intensa, pasa al espacio de “O” y vuelve a repetir tu objetivo aunado a la respiración, unas 2 veces, con los ojos cerrados. Sal de este espacio.

Te colocas enfrente de “E” y, todavía tocando esta parte de tu cuerpo donde se encuentran las sensaciones positivas, piensa en los efectos que tendría para ti y para los que te rodean el que lograras tu objetivo. Otra vez, al tener los efectos identificados entra al espacio “E” y vive estos efectos respirando profundamente. Este espacio es muy importante pues aquí se encuentra el para qué quieres lograr el objetivo. Aquí se le da un sentido.

Sal y teniendo todas estas sensaciones en tu cuerpo entra el síntoma para revisar los cambios que seguramente se han dado.

La forma de que tu objetivo se convierta en una programación es repetir continuamente lo que se vivió en “O”, “R” y “E” cada vez que te acuerdes y sobretodo en el momento que sientas que el síntoma está por manifestarse.

Esta técnica de Introspección del Problema, es altamente eficaz, pues hay un movimiento mental aunado al físico, y de esta manera la mente es capaz de separar las conductas y sus causas o beneficios. Gracias a este instrumento de clarificación, la persona encuentra lo que quiere y lo que debe hacer para obtenerlo.

Desplazar nuestro cuerpo permite a nuestro cerebro “seriar los problemas” y aprender un excelente método de reflexión y resolución de problemas.

TIPS DE PROGRAMACIÓN NEUROLINGUISTICA PARA LAS VENTAS

¿Por qué algunos venden casi lo que sea sin dificultad y a otros les cuesta promover un buen producto? No se trata de hipnotismo ni presión, con estos prácticos tips de ventas puedes mejorar tus ventas realmente ayudando a tu cliente.

Calibra al cliente.
Esto quiere decir que lo primero que hay que hacer es saludar al cliente con una buena sonrisa y luego quedarse callado y observar al cliente. Ver si es una persona visual, auditiva o kinestésica. Brevemente la persona visual se viste cuidadosamente y su lenguaje también va en función de elementos visuales como “quisiera ver”, “puede mostrarme”. La persona auditiva se viste tradicionalmente y es más pausada en su forma de ser y seguramente dirá cosas como “¿me puede explicar cómo funciona esto?”, ésta querrá escuchar y la kinestésica es una persona que se viste cómodamente y tiene una energía más tranquila y querrá tocar y sentir el producto. Trata de definir en estos pocos instantes qué tipo de cliente tienes enfrente.
Crea empatía.
Esto es meterse en el mismo canal que el cliente.
Si el cliente es reservado, tú también tranquilo, si el cliente habla de prisa, habla igual que él, si se mete la mano al bolsillo, haz lo mismo. Además síguelo en el lenguaje que usa, si usa términos visuales, háblale en términos visuales del producto. Es importante no querer adivinar qué quiere el cliente, eso molesta mucho. Mejor pregunta qué busca y escucha y trata de averiguar sus necesidades y su interés en el producto primero.
Compara y analiza.
Compara el producto en cuestión con otros en la misma tienda. Habla de las ventajas y desventajas. Enseña cómo funciona en forma breve. Habla de los beneficios de tener este producto y la ganancia que puede ofrecer. Sé honesto y si tienes que decir, “este es más caro que los demás, sin embargo, ofrece mayor rendimiento y garantía”, está bien porque empezará a confiar en ti.
Evita la resistencia.
Hay clientes que hablan mal de los productos o los precios, está bien, no lo tomes personal, no es contra ti. Es tu trabajo ilustrar al cliente sobre los diferentes productos. Ante cualquier oposición, crítica o comentario negativo, lo mejor es decir, “estoy de acuerdo con ud. El precio es elevado”, “admito que el color podría ser más atractivo”, “respeto su opinión al respecto” y fluir con el cliente para que no sienta que entró a un ring de box, en vez de una tienda. Y siempre encuentra algún detalle que pudiera ser interesante para tu cliente visual, auditivo o kinestésico.

miércoles, 7 de julio de 2010

¡ CUIDADO CON LAS PROGRAMACIONES!!





Desde la aparición de las computadoras se han usado los términos relativos a ellas en forma cotidiana y con aplicación al ser humano. De la misma manera como decimos que se programa la computadora, así hablamos de nuestras propias programaciones que rigen nuestra conducta. Se instala el programa, se archiva o se cancela el programa. Lo mismo hablamos de nosotros mismos; nos instalamos programas y cancelamos otros y funcionamos de acuerdo a lo que hemos instalado a lo largo de nuestra vida.


De acuerdo con la PNL somos un cúmulo de programas ambulantes que estamos en constante actividad mental, de acuerdo con nuestros propios y únicos programas. ¿Cómo realmente es que nos programamos y qué sucede cuando lo hacemos? ¿Cómo es que algunos programas persisten en nuestra vida y otros van perdiendo el efecto?
Por un lado hemos acumulado programas básicamente a través del aprendizaje. Aprendemos desde antes de nacer y vamos grabando patrones mentales sin ser conscientes. Reconocemos sonidos, estados de ánimo y sensaciones en el vientre de la madre. Al nacer nos enfrentamos a un sinnúmero de estímulos que empezamos a absorber y a grabar sin control con el afán de aprender y de darnos cuenta que finalmente es parte de nuestra naturaleza.
Nuestro cerebro funciona como una computadora, incluso mucho mejor que una computadora. Absorbe una cantidad enorme de información y la organiza de una manera desconocida para nosotros. La computadora no sirve sin programa y tampoco sirve si teniendo el programa nadie lo utiliza. Constantemente estamos mandando nuevos programas, ideas, pensamientos al cerebro y se graban y los usamos día tras día.
Durante la infancia grabamos cientos, miles de programas que nos son dados por los padres, parientes, maestros, amigos y medios de comunicación. Recibimos programas buenos de salud y disciplina, otros de conocimientos y orden, otros de obediencia y amor, y muchos otros de todo tipo.
Una manera de instalar un programa es por medio de la repetición. Programación Neurolingüística justo indica que los programas viajan por las neuronas por medio del lenguaje. Y la repetición causará que se instale el programa. De niño seguramente te repitieron mil veces “lávate los dientes”, hasta que un día lo empezaste a hacer por tu cuenta sin que te lo dijeran. Y ese fue un buen programa. En la escuela te enseñaron las tablas de multiplicar repitiéndolas continuamente hasta que se quedaron grabadas en tu mente. Y ese fue otro buen programa. Cada vez que no cumplías con la tarea tenías un castigo y pronto aprendiste que esto no te convenía, entonces aprendiste a cumplir. Este fue también un buen programa porque te enseñaron a ser responsable.
Otra manera de instalar un programa es que se imprima en una sola vez. Este programa tiene tanta intensidad que se instala de inmediato y se queda fijo por mucho tiempo.
La maestra de segundo de primaria un día enfrente de toda la clase te gritó “eres un desordenado” y te avienta tu cuaderno y tú sentiste una terrible humillación. Ese fue un programa que se instala de una vez y causa estragos en la persona. Si el niño acepta esas palabras, las convierte en una creencia, quedará huella en su estructura profunda y será desordenado por mucho tiempo si es que no por el resto de su vida. Este programa se convierte en un estorbo para el. Además de que actúa directamente en su autoestima y en sus capacidades.
Desde luego que hay que corregir a los niños, hay que llamarles la atención, y ponerles límites, sin embargo, hay que cuidar el lenguaje que se usa, el tono y el volumen, porque con el lenguaje las maestras programan a sus alumnos a que las quieran o no las quieran, a que sean aplicados o desordenados, que les guste la escuela o no. De igual manera la madre, programa a su hijo a sentirse querido, o menospreciado, admirado o humillado.
Y estos programas no sólo se dan en la niñez, sino que continúan en la adolescencia y luego en la etapa adulta. Cualquiera te puede decir algo que te programe a dejar de hacer algo o a seguirlo haciendo. Las palabras tienen un gran poder en el receptor. El locutor no sabe en qué estado de ánimo se encuentra la contraparte y cómo le pueda afectar lo que diga. Aquí nos referimos a la relación en el trabajo entre el jefe y sus asistentes o empleados, también a la relación entre amigos donde hay más confianza, y también en la relación de pareja. Tenemos la capacidad continua de programar al otro por medio de nuestro lenguaje y por supuesto que el efecto también es reversible; otros nos programan por medio de sus palabras.
Te recomiendo que tomes un momento para reflexionar sobre los programas que tienes en tu “mapa” (ver artículo de "El mapa mental y la realidad"), que son programas que has aceptado consciente o inconscientemente. Ahora puedes hacer conciencia de ello y ver cuales sí te sirven y cuáles te estorban o ya no están vigentes en tu vida actual. Si una maestra te decía “desordenado”, haz un análisis para ver si has corregido eso y entonces desecha ese programa porque ya no estás en la primaria. Revisa otros programas que te molestan y trata de llegar a su inicio para que igual que en la computadora, los puedas borrar, modificar o cancelar. Acuérdate que tú puedes dirigir tu mente y por lo tanto tus programas, pero debes de ser consciente de ello.
La programación más peligrosa es la que hacemos con nosotros mismos. Ese diálogo interno que persiste todo el día también nos programa. ¿Qué te dices todo el día en cuanto al trabajo? No puedo, me da flojera, no tengo tiempo, soy un fracaso, me da miedo avanzar. Cuidado con tus palabras porque estás creando un programa con la repetición y con el tiempo puede convertirse en una realidad. Al ser una realidad ya es un hábito en ti y se convierte en parte de tu vida y tu personalidad. Y lo curioso de esto es que sucede casi sin darnos cuenta que lo hacemos. Pocas veces nos damos cuenta de todo lo que pensamos y lo que nos decimos. Somos extremadamente nocivos con nosotros mismos sin saberlo.
Necesitamos estar alertas para darnos cuenta qué estamos pensando sobre nosotros mismos y qué nos decimos en forma continua. Piensa ¿qué te dices en cuanto a tu salud? ¿Qué te dices en cuanto a tus relaciones? ¿Qué te dices en cuanto a tus capacidades? ¿Qué te dices en cuanto a tus éxitos y a tus fracasos? Toma en cuenta si eres amable contigo mismo en situaciones difíciles o eres duro.
Lo que eres el día de hoy es el resultado de todos tus programas y esos programas se instalaron por medio del lenguaje y tú los aceptaste, como ya dijimos, consciente o inconscientemente, pero allí están. Muchos de tus programas tú los instalaste sin ayuda de nadie. Ahora es el momento de ordenar tus programas y realizar una limpieza mental para que puedas funcionar mejor por la vida, en todas tus actividades. Busca mantener los programas que te dan motivación, energía, autoestima alta, capacidades, impulso, iniciativa y los demás mándalos al archivo muerto para que poco a poco se vayan desintegrando.
Cuida tus palabras contigo mismo y cuida tus palabras para con los demás porque los puedes programar negativamente. Puedes empezar a entrenar tu mente y aprovecha las palabras para motivar y programar a los que te rodean positivamente. Es un buen hábito y las personas querrán estar contigo porque se sienten motivados por ti. Sé consciente de lo que dices y cómo lo dices.

 un abrazo 
HILDA MARTINEZ

domingo, 4 de julio de 2010

PROGRAMACIÓN NEUROLINGUISTICA





Programación Neurolingüística (PNL) es el estudio de nuestros patrones mentales. Nos permite conocer los procesos mentales que usamos para codificar información, y por lo tanto nuestra forma de pensar y de actuar.
Programación Neurolingüística significa que nuestros pensamientos están conformados de palabras, de lenguaje (lingüística) y este lenguaje califica lo que nos rodea con palabras y estas viajan por las neuronas para crear un programa. Cuando repetimos ciertas palabras con frecuencia se va convirtiendo este mensaje en un programa. Estos programas ya instalados producen emociones que dirigen nuestras conductas y nuestras reacciones.
Esto quiere decir que a lo largo de toda nuestra vida hemos instalado cientos de programas desde antes de nacer. Al principio de nuestra vida, los programas fueron instalados por nuestros padres, abuelos, familiares; más adelante por nuestros maestros, amigos y por los medios de comunicación. Estos programas los aceptamos sin darnos cuenta si nos favorecen o nos dañan. Simplemente allí están. También tenemos programas que nosotros mismos hemos instalado y de igual manera, algunos son buenos y otros no tanto.
PNL ayuda a las personas a tener una percepción más clara de sus propios programas y también de los programas de los demás. Una persona recuerda que de niño le daban para merendar pan dulce y café con leche de manera que se convirtió en un hábito y luego en un programa; en cambio a otra persona de niño le daban de merendar un bocadillo de jamón y queso con un vaso con leche de manera que también se convirtió en un hábito y luego en un programa. En este ejemplo vemos que cada uno tiene un programa diferente y que no compiten entre sí. Estos programas con el tiempo se han ido modificando o cancelando si vemos que ya no son funcionales en nuestra vida. Programación Neurolingüística te ayuda a ser más consciente de cuales son los programas que tú tienes en tu haber. También te ayuda a liberarte de los que ya no te son útiles para lograr un cambio.
La PNL nos hace más conscientes del lenguaje que utilizamos pues éste afecta la bioquímica de nuestro cuerpo (ver el artículo “La Importancia del Lenguaje Asertivo”). No es lo mismo decirnos: “qué guapo soy” (que nos hace sentir bien) a decir: “qué tonto soy”, (que me hace sentir mal). Y cuando alguien más me dice cualquier cosa buena o mala, yo tengo una reacción bioquímica que me afecta. De manera que las palabras que viajan por las neuronas además de crear un programa, causan una reacción.
Por lo tanto PNL te propone conocerte y optimizar tus capacidades, para mejorar tus relaciones familiares y de trabajo, tener un mejor control de tus emociones, cambiar conductas, dejar de enjuiciar al vecino, tener un pensamiento más positivo para tu propio beneficio, cuidar tu salud, lograr un diálogo interno más asertivo para que te afecte positivamente, mantenerte en equilibrio más tiempo, adquirir el autoconocimiento, y muchos otros beneficios.
Lo más importante de Programación Neurolingüística es que encuentres nuevas opciones para tu vida, que adquieras la habilidad para crear nuevas rutas mentales (ver artículo: “Creando Nuevas Rutas Mentales”). Al hacer esto sale uno del estancamiento y de estar en lo mismo que no funciona. Es importante cambiar de estrategia para obtener resultados diferentes. Al poner en práctica las técnicas de PNL realizas cambios internos perdurables. Y al conocer cómo funciona tu mente, puede uno empezar a dirigirla y no que ella nos dirija con los programas negativos que le hemos instalado. El objetivo es aprender a tener un mejor dominio de uno mismo, de nuestras emociones y de nuestras respuestas. Programación Neurolingüística te permite practicar el arte de elegir y de dirigir.
PNL nos ayuda a cambiar conductas que nos molestan o nos bloquean con estrategias y técnicas efectivas y a corto plazo. Es cuestión de práctica.
PNL ayuda a las personas a tener una percepción más clara de sí mismos y de los demás.
Estudia el cómo la comunicación verbal y no verbal afecta nuestro sistema nervioso, y por lo tanto, aprender a dirigir nuestra mente mediante una comunicación interna con el buen manejo del lenguaje.
PNL estudia cómo las personas estructuran sus experiencias individuales de la vida, y nos proporciona opciones para mejorar nuestra calidad de vida emocional, familiar, así como de salud.
La PNL nos enseña que la clave del inconsciente la tenemos nosotros y cómo beneficiarnos de esto.
Interrogantes:
¿Quieres tener una percepción más clara sobre ti mismo y sobre los demás?
¿Cómo poder entender mejor a los que te rodean?
¿Hay reacciones tuyas que te molestan?
¿Quisieras mejorar tus relaciones familiares y laborales?
¿Qué clase de juicios haces sobre los demás y sobre ti mismo?
¿Cuáles son tus pensamientos más frecuentes y cómo influyen en tu vida cotidiana y en los negocios?
¿Por qué hay días en que parece que “todo te sale mal”?
¿Te deprimes fácilmente y no sabes qué hacer?
¿Eres aprehensivo, inconstante, agresivo, sufres de estrés y quieres cambiar?
¿Quieres bajar de peso, dejar de fumar, y no puedes lograrlo?
¿Quisieras tomar decisiones más efectivamente?
¿Cómo fijarte objetivos correctamente y llevarlos a cabo?¿Por qué unas personas tienen más éxito que otras?
¿Te gustaría optimizar tus capacidades?
¿Quisieras mejorar tu salud?
¿Cómo prepararte para algún momento difícil que te espera?
Para saber las respuestas a las siguientes preguntas, conoce qué es la Programación Neurolingüística, y de qué manera puede ayudar en la vida familiar y laboral esta nueva corriente de la psicología moderna cambiando programaciones limitantes, aprendiendo a dirigir conductas y estados de ánimo efectivamente para lograr que todo funcione mejor.